Al despuntar el alba

 Al despuntar el alba

Si mi corazón arde incesantemente, sin encontrar consuelo, y mi anhelo profundo se eleva como una llama en el cielo, ¿por qué persiste esta eterna lucha, este perpetuo conflicto, mientras contemplo su figura divina en el Olimpo?

Busco refugio en los consuelos de Euterpe, incluso si es solo por breves instantes, en busca de alivio y liberación de su influencia. 

¿Por qué la virtud lleva tanto tiempo vistiéndose con melancolía?

Oh, qué placer sería ver toda su belleza en su esplendor... susurra Venus a mi oído en la oscuridad de la noche. 

¿Por qué no una sola vez? ¿Una vez para liberar el encanto de la diosa?

¿Por qué algunos han ganado su favor mientras yo permanezco excluido? ¿Qué hazañas? ¿Qué sacrificios han ofrecido en su templo?¿Por qué a menudo me confunden con un ángel errante? 

Permítanme un desliz, un fugaz momento apasionado y ardiente que alivie la pesada carga que la virtud impone.

¿No puede Zeus, el soberano de los dioses, obligar a esa diosa, a quien incluso Venus envidia, a fundirse en mis brazos, temblando de alegría?

Y al despuntar el alba, una sonrisa y una mirada tierna, como miel derramada, eleven mi alma. 

Oh, dulce transición que en medio de ese frenesí nos fundió.

Borja Ruiz